Bay Islands: Utila y Roatán
León, Nicaragua
Salimos nerviosos de casa (Antigua) a las 5 de la mañana con las mochilotas a cuestas donde nos esperaba una combi para llevarnos a Copán, Honduras. Era el país que más temíamos así que planeamos una estancia relativamente corta pensando bien dónde queríamos pasar nuestros días. Lo teníamos clarísimo: Bay Islands. Sabíamos que después de tanto tiempo en el interior íbamos a encontrar, además de seguridad, aguas turquesa otra vez. Además, vinimos con el objetivo claro de hacer el curso de buceo de PADI que tanto ansiaba. En Utila tienen unos de los precios más baratos del mundo (250 euros) teniendo en cuenta la calidad del buceo con la claridad del agua y la fauna marina que tiene la zona. ¡Así que allá fuimos, con miedo y con ganas!
Cruzamos la frontera sin problemas, una vez más, tras dejar unas huellitas, pagar unas pocas lempiras y sellar pasaportes. Dormimos solo una noche en Copán así que pudimos ver poquito, aunque lo que vimos nos gustó y nos recordó a Antigua. Bonita ciudad colonial también, bastante bien cuidada, aunque con más cuestas. De Copán salimos bien temprano a la temible San Pedro de Sula, segunda ciudad más peligrosa del mundo, pero paso obligatorio para llegar a las islas. El trayecto fue de unas cuatro horas y al llegar a la terminal, nos subimos en el primer bus que nos sacaba de allí, dirección La Ceiba, de dónde salen los ferries o aviones a las islas. Cogimos el movido ferry hacia Utila y apenas bajar y con ganas de vomitar, experimentando un calor asfixiante, te reciben 50 personas gritando ofreciéndose a llevarte a sus centros de buceo, dándote la noche gratis para pensártelo. Nos fuimos al Alton’s y al día siguiente fuimos a averiguar en más centros para poder comparar. Pimenta se había pedido la semana de vacaciones, así que estábamos hipercontentos y emocionados por hacer el curso y disfrutar de la isla. Aunque nos habían recomendado el Parrots, después del tour el que más nos gustó fue precisamente en el que estábamos, el Alton’s porque el aire en las habitaciones del otro era realmente irrespirable.
Al día siguiente por la tarde empezamos con la parte teórica del curso, en una salita con aire acondicionado chupando videos interesantísimos sobre cómo combinar tus gafas de buceo con tu tanque, entre otras cosas, mientras hacíamos tests. En medio del asunto, tuvimos que firmar documentos legales, entre los que estaba el típico sobre enfermedades. Pimenta puso que tuvo asma de pequeño y yo le consulté sobre si poner que me mareo frecuentemente o dejarlo estar, a lo que me dijo que mejor sí. Un poco reticente le hice caso, y de repente el instructor nos dijo que vendría un médico a hacernos un chequeo por haber contestado que sí a almenos una pregunta. Con cara de póker, asentimos y llegó el doctor. A Pimenta le dio el visto bueno y luego me tocó a mí. Tengo que confesar que soy rarísima y no me gusta que me toqueteen extraños, así que me iba el corazón a mil por hora. Después de hacerme repetir 33 cuatro veces y hacerme toser como un perro, me preguntó si había tomado café o consumido drogas. Le dije que no, que era su culpa que me ponía nerviosa, y acto seguido pasó a decirme que no me podía dar el visto bueno para el curso. Me dijo que tengo un latido de más y mi corazón hace tu tum tú, en vez de tu tum. Genial.
La única opción era ir a San Pedro de Sula a morir, donde me harían una prueba de 400 euros y si demostraba que no había impedimento para hacer el curso, podríamos volver. Descartado. Muy tristita nos quedamos unos días más disfrutando de la isla y decidimos irnos a Roatán luego coincidiendo con los 30 viejaños de Pimenta, donde realmente hubiéramos ido si no fuera por el curso.
Lo mejor de Utila, Water Cay, fuera de Utila. Es uno de los varios cayos que hay pegados a la isla y no hay NADA. Bueno, mejor dicho, HAY DE TODO. Arena, palmeras, cocos, agua turquesa y los corales más espectaculares que vimos nunca. Hay un reino inmenso ahí abajo lleno de peces, estrellas de mar, corales que parecen sofás y rocas que parecen castillos. Haciendo snorkel se puede ver hasta metros y metros de profundidad con total claridad.
¡Y de repente ya era 6 de mayo y teníamos algo que celebrar! Así que soplamos velitas y nos fuimos a Roatán.
Apenas bajar del ferry la playas eran ya más amplias y apetecibles. Nos quedamos en West End, una zona super tranquila y bonita. Fuimos al hotel más barato dentro de lo carísimo (25 dólares) y allí pasamos otra semanita de relax playeando de lo lindo.
Fuimos a la famosa West Bay, una de las mejores playas del mundo y el paseo fue una gozada.
Mejor en movimiento:
Hacia el final de la semana alquilamos una motito para escaparnos por ahí y acampamos en una playa desierta en la otra punta de la isla.
Pasamos una noche perfecta en Camp Bay, pero a la vuelta…
Ahora ya sabemos lo que es llover de verdad. Y duele.
Aunque hablen español, no hablamos el mismo idioma: Después de que en México nos quisieran vender un burrito en vez de un mojito y un cóctel de gambas en vez de uno con alcohol, la comunicación en Honduras siguió siendo de lo más compleja. Fuimos a celebrar Pepper’s birthday a un restaurante bien, para variar y decidimos darnos un gusto pidiendo lo más rico del menú. Eran unos platos suculentos, de entrecot para él y entrecot y langosta para mí que tenían una pinta tremenda y parecían incluir un vino en promoción. -«Queremos esto y esto para comer, viene con la botella de vino, ¿verdad?» -«Ah, no, eso es sólo para los entrantes de noséqué y nosécuantos» -«Oh, vaya. Pues pónganos una jarra de sangría entonces». Trae la sangría. Rica y fresca. Pasan 15 minutos. 30 minutos. 45 minutos. Ya no queda sangría, estamos contentos y muertos de hambre. Todo ese tiempo, mientras el camarero nos miraba de a ratos, estuvimos haciendo bromas de cuánto tarda la comida y de si están pescando la langosta. Me impaciento, me levanto y le pregunto si falta mucho para la comida, a lo que me contesta «¿qué comida?». Solo pude morirme de la risa y correr hacia Pimenta: el tipo decidió en su cabeza que al no venir el vino incluido de repente ya no teníamos apetito. CHALADO.
Hopeless: Las dotes culinarias de Pimenta dejan mucho que desear. Le pedí que hiciera un huevo frito:
Goby: Así se llamaba nuestro hijo… Pimenta pidió un deseo y se materializó en forma de Goby gracias a su antiguo Tamagochi. Era feliz y crecía sano hasta que en un descuido, simplemente murió. DEP. Solo recordaremos sus momentos más tiernos…
P.D. Gracias a todos los que me ayudaron con el video de Pimenta. Le megasuperrequeterecontra encantó. Los queremos ♥
4 Comentarios
selensius
¿A que sí? Si supieras cómo se enfadó cuando me reía del huevo… ¡Te quielo!
Ma teresa
Ese yerno mio!!!. Ya lo meteré en la cocina cuando vuelva. Jaja. Un besote.
selensius
Bueno… Bueno… Ya veremos dice el yerno en cuestión.
Anónimo
k envidia me dais..leo vuestras historias y me materializo ahi….me alegro k lo esteis pasando biennn os quiero beso